jueves, 1 de septiembre de 2022

Una pesadilla de Gregorio

 (del diario de Gregorio Marman, sección pesadillas, clase I, encuentros con el diablo, n°X, subtitulada ´de la hidrotafia en Pedro Páramo´)


Soñé con luces cálidas,

de colores naranja, focos viejos,

aunque si intento recordar

también habría velas

en aquel lejano lugar

 

Soñé con flores, amarillas como aquella hora

en que un hombre, pongámosle peón,

esperaba, con la pala húmeda.

 

Era un campo en la llanura,

otra noche de niebla, estrellas y medialuna,

junto al hombre había cuarenta huecos, ahí

en la penumbra,

en la tierra, y también 

en los pequeños departamentos 

que tenían toda

pero toda

la apariencia de ser usados.

 

Soñé también con el vendedor de parcelas,

vestía escocesa, hablaba dulce,

era poeta y a la vez sastre:

te medía.

 

El peón señaló un punto en el horizonte,

mirá, está amaneciendo, dijo,

y se alejó silbando

the light that never was on sea or land

en guaraní.

 

Los Virgilios más nobles no tienen mecenas,

dijo el vendedor de parcelas.

 


 

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