Aquí me pongo a cantar
en la frontera de la Patria
donde el Acto se funde
en Palabra y se borra, fantasma
Aquí, en la frontera,
sombra terrible,
ejerzo un combate
para disolvernos en Uno.
Vos sabés cómo es
la frontera, sombra terrible,
lo que sigue
es disolverse en el humo.
Como los fuegos, mensajes
penetrando el hummus
¿para qué voy a invocarte, sacudiendo
ensangrentado el polvo de tus cenizas?
Aquí, en la frontera,
el vino es sangre de Cristo
en el sentido de sangre popular,
vidas secretas, convulsiones internas.
Aquí, en la frontera ;
hoy está todo alambrado,
empaquetado
en cubos de civilización
Aquí,
en la frontera ;
es como decir :
está nublado
¿Qué frontera ?
se borra, fantasma…
Aquí, en la frontera,
permeable, como toda frontera
Aquí
la palabra es acto mágico,
disfrazado
Fantasma de mi fantasma,
¿de qué otra forma poblar un desierto, sino estableciendo fronteras ?
Aquí, en las fronteras, vemos,
perseguidos, en el delirio y por la fiebre :
las ciudades se derrumbarán,
añejadas como las pestes,
mientras los ríos nos desangran
y bosques y montes,
llanuras y humedales
enteros se incendian.
(Es que tenemos la frontera un poco más chica,
el desierto poblado de fantasmas.
Aquí en la frontera todavía bailamos,
tener dos ojos es fundamental.)
« Este año no habrá miel »
« las abejas han anunciado que ante la escasez de flores solo producirán lo estrictamente necesario para su supervivencia »
El comunicado finaliza escueto :
« nos vemos la primavera que viene…quizás »
¡Gran trabajo el del Cantor !
Aquí, en la frontera, se aprecia
el oido atento
más bien baqueano.
Aquí,
en la frontera, todavía
sombra terrible
la patria es también cuerpo
y el cuerpo territorio
y el territorio un límite
y el límite, frontera.
Destino oriental
estilo el generar Ortigas
pueblos libres.
El secreto en las entrañas
de una parra, una frontera
como cualquiera,
donde se cuece el crisol de los pueblos.
Aquí, pues, en el límite
de la Patria,
donde la Palabra
se funda en Acto
donde termina el Cuerpo
en Estos Puertos,
aceptamos el convite
y ejercemos el combate
para Ser
sin perder Identidad.
Sombra terrible de mi Patria
blanca, contrabandista,
border, escolástica, monacal,
¡estos polvos de civilización
maltrecha
quiero quitarme!
Quiero decir que tengo muchos hermanos
y que solo algunos tienen voz,
otros tienen miedo
y muchos tienen hambre.
Quiero que dejemos de normalizar
la ceguera
la polisemia del punzón en el estomágo,
y empecemos a entender a la Tierra.
Quiero democratizar el canto de los pájaros de este suelo,
difundir con escándalo la edad de los árboles,
aprender de cada monte, montaña y río,
el Otro relato de mi Patria,
el más arcano,
el de la frontera,
el del límite,
el del territorio,
el del Cuerpo
salvaje, sudoroso, solitario
sumergiéndose al Amanecer
en el encuentro con el Otro,
haciendo patria.
Hay rumores de tiempos que cambian,
en la frontera,
y en estos tiempos, por estos puertos,
todo lo que flota es un barco.
Heredamos la sangre, el desierto
y la pasión por los naufragios.
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